La Inglaterra de Hobbes




Bajo el polémico reinado de “la ilegítima”, en una sociedad impregnada de luchas políticas y guerras, Papa versus monarcas, ¿herejía o protestantismo?, sangre y más sangre en el cadalso, nacía Thomas Hobbes, en el ceno de una sociedad cuyos paradigmas medievales ya rancios se encaminaban al cambio, el fin de un “largo período de transición” 1.


La influencia del contexto histórico en la filosofía de la época y particularmente en Hobbes tendría notoriedad fundamentalmente desde mi perspectiva, a su continuo interés por dar respuestas a las necesidades de un conglomerado, distraído por un despertar a la ciencia, un reordenamiento religioso, la deliciosa bofetada de las artes, el cambio de liderazgos político- económicos, y así en prácticamente en todo su horizonte, para lo que se encamino el filósofo a la idea de estado, a semblanza de una inmensa frisa que abrigase las heladas almas inglesas, asoladas por la incertidumbre y la desesperanza.


Elisabeth I, sería reina de Inglaterra desde 1558 hasta su muerte en 1603, “La Reina Virgen” se había hecho de la corona tras la muerte de su media hermana, siendo Isabel rechazada fuertemente por el clérigo dada su procedencia, recordando que su madre fue Ana Bolena, quien murió acusada de herejía por brujería tras la traición de su esposo Enrique XVIII (padre de Isabel) y además de la animadversión del sumo pontífice hacia “La Bastarda”2 dado que esta era abiertamente protestante y lograría incluso con la “ley de uniformidad” sumir en el calvinismo a toda Inglaterra.


Tras numerosas guerras y afianzamientos, Francia, España, Holanda o Escocia, el período de los Tudor representa para el pueblo ingles un aprendizaje por ejemplo en el ámbito político, mostrando gran osadía como en el caso de los monarcas para revelarse al poder de la iglesia, audacia en la intervención de lo jurídico, la ley, el manejo de las crisis internacionales, la guerra, que devendría en luchas internas de poder como el caso del parlamento. La facultad de minimizar enemigos del estado a través de unas ávidas y otras tontas estrategias, como la guerra con Francia, o las resoluciones de Elizabeth ordenando la muerte de María Estuardo, las consecuencias de todo esto en la historia y así muchísima actividad de índole práctico y tangible para la sociedad de la época, apoderados feudales, la continua lucha de la fuerza romana papal por imponerse de nuevo y la muerte de muchos enviados a la guerra, no dejaría de mellar el alma seguramente de el joven Thomas.


A la postre, ¡próxima cabeza a la guillotina! la Edad Media, dando paso a un nuevo período histórico, El Renacimiento, tras empellones la ilustre salida a una sepa de tiempo doctrinario, cuyo legado para el nuevo renacer sería más que el indomable dogma y la filosofía escolástica, sobre todo tomando en cuenta que “los supremos misterios de la fe no eran accesibles a la filosofía”3.

El siguiente período de Jacobo I sería considerado uno de los peores para Inglaterra, que terminaría por deteriorarse con la rebelión Irlandesa en 1641, cuando la Cámara de los comunes pediría rendir cuentas al rey y haría fuerte presión para pugnar una reforma, ganando el parlamento afianzamiento en el consejo, inmiscuyéndose en las decisiones sobre la Iglesia y el ejercitó. El Parlamento se imponía con fuerte apoyo burgués, así el de nobles y campesinos, fortaleciéndose a costillas del cobro de aduanas y el apoyo de la armada, haciendo posible que se ordenasen en 1649 la ejecución del Rey 4.


Oliver Crowell terminaría por llenar el vacío de poder anhelado por el parlamento, abrazado a un temple significativo, alto nivel económico y militar, dotando a Inglaterra de una merecida estabilidad política durante veinticinco años y que terminaría por enmarcar la vida de Hobbes quien encontraría la muerte en 1679.


La vida de Thomas Hobbes, su filosofía, se haya contrastada por numerosos cambios, de los epitafios y amores shakesperianos, de la impresionante conquista de nuevas tierras, la significancia científica competencia de Copérnico e ilustrada por Kepler, cambios y más cambios, los atuendos y las maneras, el arte y la arquitectura, los tabúes (que hasta nuestra época nos asechan) e inestabilidad política, que lo llevarían quizás a atender a un nuevo hombre, a mirarle con el ojo del renacentista, a bajar el poder mítico hasta su mano, la misma que esgrimiría El Leviatán como respuesta no solo a ese momento histórico sino en el que incluso a posteriori serviría de fundamento a renovadas filosofías.

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1:W Windelband. “Historia De La Filosofía Moderna En Su Relación Con La Cultura General Y Las Ciencias Particulares”. Ed Nova. Introducción. Argentina.
2: Referencia Web:
http://www.elizabethi.org/)
3:W Windelband. Idem PP 8
4: Enrique Romerales. “Del Empirismo Soberano Al Parlamento de Las Ideas”. Ed Akal. Pp16-19. Madrid.

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